21 de noviembre de 2010

Sabemos quiénes mataron a Goyo Barradas, sostiene viuda


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Cascabel, un bello caballo blanco con manchas, volvió a pasear por las calles de Juan Rodríguez Clara. Su fina estampa asombraba cuan fino caballero cruzando la plaza con gallardía y propiedad

Viernes, 12 de Noviembre de 2010
Por: Agencias
Cascabel, un bello caballo blanco con manchas, volvió a pasear por las calles de Juan Rodríguez Clara. Su fina estampa asombraba cuan fino caballero cruzando la plaza con gallardía y propiedad.
Ese mismo caballo era el que Gregorio Barradas Miravete gustaba de montar en desfiles, carnavales y cabalgatas en que participaba. Era su inseparable amigo desde el cual Goyo cantaba al son del mariachi las canciones rancheras que tanto prendían el ánimo al pueblo.
Cascabel esta vez cabalgó solo, al frente de su dueño, acompañándolo en su último trayecto y llevando en la lujosa silla de plata, la camisa de quien fuera su jinete, una prenda blanca que lucía la leyenda “cabalgata por el cambio, Juan Rodríguez Clara 2010”.

Vete tranquilo Goyo, que todo tu proyecto lo vamos a sacar adelante”, le dijo el Negro, Anacleto Montero Huesca, presidente de la Asociación Ganadera Local a su amigo, el exlegislador ultimado en la víspera junto a dos colaboradores suyos, cuando los féretros pasaron por las instalaciones de la Expoferia Ganadera de Juan Rodríguez Clara, ahí donde en muchas ocasiones Goyo cantó a su pueblo y se reunió con él para varios eventos sociales, políticos y hasta religiosos.

Zenén Ceferino, cantante de son Jarocho y su grupo “Sonoro Sueño”, también abría paso. Vino desde Cosoleacaque para expresar que con Goyo cantaba fuerte, cantaba muy fuerte sin pensar jamás que cantaría en su muerte.

Los versos de Zenén no callaron en todo el camino. La música de son jarocho que gustaba a Gregorio
Barradas como buen hombre de Sotavento, sonó al frente, justo detrás de una numerosa cantidad de arreglos florales que llamaban la atención por el espacio que ocupaban de lado a lado de las calles principales de esta cabecera municipal.

El mariachi que tanto gustó a quien sería el próximo Presidente Municipal también iba en el contingente, Puño de Tierra, El Rey y otras canciones que el joven político interpretaba también eran escuchadas en el paseo luctuoso integrado por cientos de seguidores suyos y dirigentes panistas estatales y representantes del CEN nacional, similar al que realizara en junio pasado el mismo Goyo, al pasear por esta cabecera celebrando su cierre de campaña y su virtual triunfo electoral.

Para los panistas y los seguidores de Goyo Barradas, lo que los medios informan del origen de su muerte nadie lo cree. Y así lo expresó su esposa, Xóchitl Tress al tomar el micrófono en el parque central de esta villa, en un homenaje póstumo que se le realizó al malogrado alcalde electo.
“Vamos a hacer justicia, porque no es justo esto. Sabemos de quién viene esto, lo sabemos muy bien... ” expresó la joven mujer que vio a Goyo Barradas horas antes de su muerte al salir de su domicilio de esta localidad con rumbo a Isla.

Me dijo ahorita vengo, llevo a comer al Doctor y regreso”, expresaría la doliente. Pero el exdiputado federal ya no regresó, al menos en vida.
Las palabras de Xóchitl hicieron arder a más de uno de los presentes y varios de ellos, gritaron en repetidas ocasiones, ¡Vamos a subirlo, vamos a subirlo! Refiriéndose al ataúd, hasta la Presidencia Municipal, lugar a donde el ganadero y exlegislador quería estar y que por ello ganó las elecciones de julio pasado, arrebatando el poder al Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Mataron la democracia, mataron la honestidad, pero no mataron a Goyo, Goyo está aquí con nosotros siempre va estar apoyándome.
Todo lo que prometió, vamos cumplirlo….”, dijo la viuda, que queda con un hijo, el primogénito del exlegislador panista que saltó a la fama nacional cuando panistas y perredistas tomaron en diciembre del 2006, la máxima tribuna del país porque los negro-amarillos querían impedir la llegada de Felipe Calderón a la toma de protesta y los otros defender el lugar para permitir que el Presidente lograra serlo constitucionalmente.

Goyo resaltó con su inseparable sombrero blanco para cantar en la madrugada de esos días de protesta, a capela, con el micrófono del estrado, canciones que hicieron despertar a los desvelados legisladores.
Las palabras de quien sería a partir de enero próximo la primera dama del pueblo, generaron que el coraje de los seguidores de Goyo exigieran no sólo justicia, sino la toma de la Presidencia Municipal.
Pidieron que subieran a Goyo hasta el lugar donde gobernaría, lo cual admitió la viuda pero los organizadores del evento finalmente decidieron no hacerlo para no caer en confrontaciones.
Tras ello, el cuerpo de Goyo Barradas y su inseparable colaborador, Ángel Landa Cárdenas, “Lito”, pasaron a la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe para la misa de cuerpo presente.
Juntos siempre anduvieron, juntos lucharon, juntos fueron velados y juntos en la misma tumba quedaron.

Primero Lito y luego Goyo, fueron sepultados en el panteón local.
Su tercer acompañante, el doctor Omar Manzur Assad fue llevado a Boca del Río.
En la parroquia, el padre Jacob Mandujano, bautizó a Goyito, ante la presencia de su padre, muerto a lo que no verá jamás y sin saber la realidad de lo que ocurría.
En medio de la consternación de los presentes, el heredero de la dinastía Barradas Tress, miró a su padre y lo llamó papá.

Su mamá le dijo que estaba dormido y el bebé, de escasos dos años de edad, golpeó el cristal tratando de despertar a su padre, a quien cree que está dormido y así le dijo a un amigo que estaba cerca, a otro niño, que su padre estaba dormido.

Zenén seguirá cantando, Zenén seguirá cantando los sones que a Goyo Gustaba, los sones que a Goyo Gustaba porque el pueblo, su pueblo seguirá trabajando”, subrayó el cantante sonero.
Cascabel siguió su elegante paso. Suspendió por el momento su alegre bailar. Lanzó un relinchido antes de abandonar la expoferia, presintiendo quizás que estaba a punto de despedirse para siempre de su amo.
Más tarde, mientras Goyo estaba en la parroquia, el nerviosismo era latente en el equino y más de uno dijo, que estaba triste porque su jinete, su jinete había decidido partir, entre sones y mariachis, entre amigos y parientes, este miércoles le dijeron adiós. 
FUENTEwww.msnoticias.com/notas.asp?id=11881

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